miércoles, 22 de mayo de 2013

De la forma a la función


¿En qué situación utilizaría estos enunciados? Arrástrelos al cuadro que les corresponda. Una vez resuelta la actividad, piense en cuál de los tres se formula la petición de manera más indirecta.

  •  En casa, con el niño, que está jugando y no para de entrar y salir de la sala:
  1. !Oye, tú, la puerta!
  2. ¿!Quieres cerrar la puerta de una vez!?
  • En el trabajo, con los compañeros:
  1. Oye, si no te importa... (mirando la puerta)
  2. ¿Puedes cerrar la puerta?
  3. La puerta, por favor
  • En una reunión de negocios, con un cliente al que no conozco:
  1. ¿Le importaría cerrar la puerta?
  2. Hoy hace más frío que ayer, ¿no le parece?

Creo que de todos los ejemplos el más el que se realiza la fórmula más indirecta para realizar la petición es en:
  • En una reunión de negocios, con un cliente al que no conozco:
  1. Hoy hace más frío que ayer, ¿no le parece?

Esta frase no es una fórmula convencional porque no tiene una intención determinada cuando el hablante la expresa sino que podría variar según la situación en la que se use. Por ello, ésta sería la manera más indirecta de formular la petición de cerrar la puerta. Para que el destinatario sepa que el hablante le ha transmitido una petición de cerrar la puerta, éste tiene que inferir que dicha insinuación es para conseguir que haga algo. El hablante utiliza ésta expresión porque es una forma muy cortés de pedir que cierre la puerta a una persona importante para él en ese momento, ya que es un cliente y, además, que no conoce. Y según Brown y Levinson cuanto más indirecta sea la manera de realizar la petición más cortés parece.

1 comentario:

  1. Hola, Inma:

    Gracias por tu reflexión y comentario. Sí, es cierto que Brown y Levinson sugieren eso (cuanto más indirecto, más cortés). Sin embargo, es importante destacar que lo más cortés no es siempre lo más adecuado. Entre otras cosas, porque interpretar un enunciado tan indirecto como el que tú mencionas exige un esfuerzo mayor que interpretar una fórmula convencional del tipo "¿Puedes cerrar la ventana, por favor? Es que tengo frío".

    Así pues, ese tipo de insinuaciones no son la forma más usual de realizar peticiones en ninguna cultura (aunque en algunas sean más frecuentes que en otras). Y, en general, las insinuaciones se reservan para peticiones especialmente delicadas, que podrían poner en peligro la imagen del que pide, o del que recibe la petición, o la relación entre ambos...

    Un saludo,

    José

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